Desde Secuvita siempre hemos hecho mucho hincapié en las terapias y estudios realizados con células madre del cordón umbilical (SCU) en enfermedades sanguíneas, ya sean estas congénitas o adquiridas. Sin embargo, hay otros campos en los que estas células están demostrando su capacidad y viabilidad. Entre estos, la medicina regenerativa está haciendo grandes avances.

En un artículo publicado en la revista The British Journal of Haematology, David T. Harris, del departamento de Inmunobiología de la Universidad de Arizona, realiza una revisión de los usos no hematológicos de las células madre extraídas del cordón umbilical. Hasta ahora la medicina regenerativa había empleado células madre en tejidos nerviosos, oculares, musculares y epiteliales entre otros, pero nunca se había conseguido regenerar un órgano entero. Sin embargo, los nuevos estudios con SCU abren puertas a la posibilidad de la reconstrucción completa.

Las terapias en caso de lesiones cerebrovasculares, infarto cerebral o parálisis cerebral, se están viendo beneficiadas por estas investigaciones, en las que se está comprobando que las células madre de SCU son capaces de revertir muchos de los trastornos asociados a estas enfermedades o regenerar células perdidas por el daño sufrido en el cerebro.

El potencial de las células madre de cordón llega a campos como la medicina ortopédica, en la que se ha visto en estudios con animales, que se pueden regenerar huesos fracturados o cartílagos.

Y, sin duda, uno de los campos más estudiados es la diabetes infantil tipo I, en la que se están haciendo avances enormes, que sugieren, si no una recuperación total, al menos sí una mejora sustancial en la calidad de vida de estos niños.

La medicina regenerativa no trata sólo la mejora de los síntomas, sino que permite la reparación funcional de tejidos dañados. A medio plazo, estas investigaciones, pueden suponer una gran ayuda para mucha gente y un recorte en el coste sanitario de gran parte de los países occidentales. Sin embargo, para que esto sea posible, es fundamental identificar cuáles son las células madre óptimas para estas terapias y, como ya se está demostrando, las de la sangre del cordón umbilical son las mejores candidatas en numerosos estudios clínicos.